La única vez que me enamoré sentí que el mar era demasiado grande para mí, que el cielo lo cargaba yo a cuestas y que mi corazón inexperto se mostraba, expuesto al mundo, a través de mi pecho.
Algo para disfrutar y algo para pensar…
La única vez que me enamoré sentí que el mar era demasiado grande para mí, que el cielo lo cargaba yo a cuestas y que mi corazón inexperto se mostraba, expuesto al mundo, a través de mi pecho.