Esos verracos chinos

Cada vez más vemos nuestro mercado local, o más bien mundial, invadido de productos chinos. Hace unos años cualquier artículo chino era similar a mala calidad. Pero poco a poco ellos se han pulido, han refinado su gusto y se han especializado en las demandas específicas de sus clientes. Contrario a Alemania, Italia y otros países que se caracterizan por su indiscutible calidad y buen gusto, China maneja diversas calidades de acuerdo con el precio que el cliente quiere pagar. Sigue leyendo «Esos verracos chinos»

¿Señal divina?

Hace unos pocos meses, en vacaciones, me encontraba alistando a mis dos hijos para que viajaran con mi suegra a los Estados Unidos. Serían mis quince días de vacaciones para descansar de ser mamá. Podría ir a cine a la hora que se me diera la gana, escribir sin interrupciones, dejar de subyugar mis intereses y prioridades a las de ellos, dejar de preocuparme por verlos hipnotizados ante un televisor y sentirme culpable por eso o, por el contrario, dejar de tratar de ser buena madre y jugar con desgano. Ni siquiera tendría que buscarles planes costosos para alejarlos del tedio prematuro del que algunos adultos sufren cuando huyen de sí mismos o no les gusta leer.

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I- DIOS ES TESTIGO DE JEHOVÁ

No hay más austeridad que la que lleva un estudiante (en una gran mayoría de casos, aunque ahora veo un poco de muchachos que gastan más que cualquier asalariado). Peor, si se es estudiante latino en un país desarrollado.

Con gran esfuerzo por parte de mi papá, interrumpí un semestre de universidad para ir a Inglaterra, a estudiar inglés (los presumidos dirían “a perfeccionar el inglés”). Tuve la fortuna de ser recibida en casa de mi prima Myriam y de hacer uno que otro trabajo esporádico cuidando niños o planchando, cosas que nunca había hecho (aparte de aguantarme a los primos pequeños o planchar los pañuelos de mi papá, cuando se me ocurría ayudarle a la empleada de la casa). Planchaba tan mal, que duraba haciéndolo el doble del tiempo por el que me pagaban. Allá, la práctica del arte de planchar fue poca, insuficiente para escalar en los talentos necesarios para descrestar a un futuro esposo. Sigue leyendo «I- DIOS ES TESTIGO DE JEHOVÁ»

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